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La rinoplastía es el procedimiento quirúrgico mediante el cual se busca modificar las estructuras óseas y cartilaginosas de la nariz con el fin de conseguir un resultado estético más armonioso con el resto de la cara.

Es una cirugía descrita desde hace más de 120 años y hay una infinidad de técnicas propuestas en la literatura para su realización. Ninguna técnica es mejor que otra, así como ninguna nariz es igual que otra. El procedimiento es totalmente personalizado, se elige según la técnica que mejor domine el cirujano y de acuerdo a las necesidades y deseos de cada paciente para que se resalte su belleza natural, siempre preservando la proporción con los demás elementos faciales y sobre todo, ponderando la óptima funcionalidad de la nariz.

Según el abordaje puede clasificarse como:

  • Rinoplastía cerrada: La incisión se hace por dentro de las narinas, creando un túnel a través del cual el cirujano puede trabajar sobre el cartílago y los huesos propios de la nariz. Esta técnica tiene la gran ventaja de no dejar ninguna cicatriz visible.
  • Rinoplastía abierta: La incisión se realiza en el borde las alas nasales y la columnela (columna que divide ambas fosas nasales) para “desnudar” la nariz de la piel y de los tejidos blandos y así poder trabajar sobre el plano osteocartilaginoso. La ventaja de esta técnica es que le permite al cirujano una visualización óptima del campo a trabajar. La desventaja es que deja cicatriz que, aunque es mínima, es visible. Es por ello que tiene indicaciones precisas de realizarse únicamente en casos complejos en los que el cirujano lo considere necesario.

 

¿QUIÉN ES CANDIDATO A REALIZARSE UNA CIRUGÍA ESTÉTICA DE NARIZ?

La rinoplastía puede realizarse en hombres y mujeres con deseos de mejorar la apariencia de la nariz de manera permanente. Los candidatos a una cirugía estética nasal deben contar con todas las estructuras faciales completamente desarrolladas,  incluyendo la nariz, es por esto que en las mujeres se puede intervenir hasta un año después de haber entrado a la pubertad y en los hombres hasta después de los 18 años, una vez que han terminado con su desarrollo físico. Existen casos especiales, como en pacientes con malformaciones congénitas, en donde se puede realizar una rinoplastía desde la infancia.

Los pacientes con enfermedades metabólicas controladas, pueden ser candidatos al procedimiento después de una minuciosa valoración pre-anestésica.

Las personas que ya han tenido alguna intervención quirúrgica en la nariz, todavía pueden ser candidatos a otro procedimiento si desean hacer modificaciones al primer resultado.

¿QUÉ ALCANCES TIENE LA RINOPLASTÍA?

  • Cambios en el dorso y/o giba: La famosa “joroba” le da a la nariz un aspecto aguileño y tosco, así como un dorso muy grueso que da la impresión de tener los ojos más juntos de lo que en realidad están, modificado de manera negativa la percepción visual de la armonía facial.
  • Cambios en la forma y posición de la punta: Una punta muy caída hará que el ángulo entre la nariz y el labio se reduzca. Éste ángulo en las mujeres oscila entre los 95 y 105°y en los hombres entre los 90 y 95°. Un ángulo más grande hará las fosas nasales muy visibles, dando una apariencia falsa. Un ángulo menor que esto, dará el aspecto de una nariz “caída” y muy cerca del labio superior.
  • Cambios en el tamaño y forma de las alas: El borde externo de las alas nasales idealmente debe quedar en la misma línea que el canto interno del ojo. Si las alas caen fuera de este límite, darán una apariencia poco delicada o de una nariz “achatada”. Ciertas etnias como la afroamericana y la hispana tienden a desarrollar esta característica, misma que algunos pacientes desean conservar para preservar sus rasgos originales.

Es importante entender los alcances de la rinoplastía que, si bien son amplios, hay ciertos cambios que no se pueden obtener con este procedimiento. Un ejemplo, es la nariz con piel muy gruesa en la cual la punta y las alas son muy difíciles de manejar, ya que el tamaño y forma de éstas comúnmente son más a expensas de la piel que del cartílago que subyace, por lo que es recomendable que estos pacientes se sometan primero a un tratamiento dermatológico para el adelgazamiento de la piel, a fin de potenciar los resultados de la posterior cirugía.